Los toldos para piscinas han sido ideados para ayudar al resguardo y mantenimiento del agua de los vasos natatorios. En el mercado podemos elegir entre una gran variedad de toldos o lonas para piscinas, además de proveernos de distintos materiales en función de las necesidades que tengamos.

Existen infinidad de tipos de toldos de piscinas. Los hay fijos o abatibles, con armazones de hierro o metal; empero y los de punto recto son los más comunes. Estos toldos tienen un sistema de brazos frontales abatibles que puede reforzados por muelles para ejercer una mayor resistencia contra el viento.

Pero el mercado también nos permite escoger entre los de tipo cofre, que son de lona y sus brazos están protegidos por un cajón de aluminio, o los toldos de piscinas de tipo monobloc, montados sobre una barra cuadrada que le brinda una mayor resistencia a la tela porque se ubica de forma más tirante, perfectos para piscinas de grandes dimensiones.

Si queremos gozar de la mayor comodidad y funcionalidad en nuestros toldos para piscinas, pueden incluirse en la mayoría de ellos un motor para que sus funciones se vean superadas por la técnica.

Una vez que hayamos elegido el toldo de piscina, debemos contactar con un técnico especializado para que, además de instalar el toldo, nos aconseje sobre su orientación.

Sólo un técnico en protección solar podrá ofrecernos las mejores soluciones. y nos ahorrará muchos gastos innecesarios de tiempo y dinero. Normalmente la propia empresa fabricante del toldo tiene también entre sus servicios la instalación de los mismos.

Los diversos tipos de toldos de piscinas pueden tener unas funciones similares, pero eso no implica que su funcionamiento sea el mismo.