Las empresas instaladoras de toldos, cortinas, persianas y otros elementos de protección solar, están inmersas en estos meses en una de las épocas de mayor actividad laboral. Los usuarios temerosas por los vaticinios que auguran un verano muy caluroso, se aprestan a equipar o modernizar sus viviendas y locales comerciales para protegerse de los efectos de la radiación del sol.

En otros países de nuestro entorno europeo, y no en los más cálidos precisamente, la población tiene presentes los toldos y cortinas durante todo el año, con lo cual la estacionalidad laboral del sector es prácticamente inexistente. Un comportamiento similar se está observando en España aunque, tal vez por inercia, o por la crisis, se sigue considerando que los toldos son sólo para el verano.

Las perspectivas de cambio climático y las exigencias de desarrollo sostenible, a buen seguro comportarán que nuestro sector mantenga su actividad sin fisuras de continuidad. La concienciación de la población por temas energéticos es cada día mayor. Y es evidente que disponer de sistemas de protección solar exterior o interior, ayuda a mantener a raya los gastos de climatización de viviendas y edificios terciarios.

En definitiva, la instalación y uso correcto de esos productos colabora en buena manera al desarrollo sostenible del Planeta y de todos nosotros.