En contra de lo que pudiera parecer, motorizar un toldo no representa un sobre-costo muy importante y genera importantes ventajas para el usuario.

Aparte de las más evidentes, relativas al ahorro en tiempo y esfuerzo, un toldo motorizado permite la regulación y estabilización de la temperatura dentro del inmueble lo que implica ahorro en la energía utilizada en sistemas de refrigeración.

La automatización se lleva a cabo montando el motor en el interior del tubo de enrollamiento del toldo para exteriores. El motor puede activarse con controles estáticos o radio controles portátiles. Está comprobado que un toldo motorizado se utiliza 4 veces más que uno normal.

Se puede controlar la subida y bajada de los toldos motorizados desde un sistema de DOMÓTICA, a partir de un programa de horarios y condiciones. Por ejemplo, extendiéndose o contrayéndose en horarios de llegada y salida de los habitantes del inmueble.

Las firmas de motores más conocidas son Somfy y Gaviota, que ofrecen gran calidad y servicio técnico, asesoría y mantenimiento post-venta.

La dimensión, el peso y la posición del eje de enrollamiento del toldo determinan la potencia requerida para el motor. Esto debe ser evaluado por un profesional del sector. Dependiendo del tamaño, los motores consumen entre 100W y 300W, sin embargo, el gasto de electricidad no es mayor al de un pequeño electrodoméstico, dado que su uso se limita a ciertos momentos y no es continuado. Incluso en algunos casos puede utilizarse un mismo motor para automatizar dos toldos de funcionamiento simultáneo colocados en un mismo plano.

Es muy importante que cualquiera que sea el motor que compre sea homologado y tenga garantía.